Maldijo a Dios

El muchacho había llorado durante meses la pérdida de su amor y había maldecido incontables veces al hombre del que ella se había enamorado por haberla alejado de su lecho

esa noche entre lágrimas sin consuelo, antes de entregarse a los brazos de Morfeo, murmuró nuevas maldiciones contra ella por haberse ido, contra ese hombre que la apartó de sí y en su rabia, en su furia maldijo a Dios que lo había permitido, y concilió así sus turbulentos sueños con esas maldiciones aun en sus labios

En medio de sus sueños se apareció una luz sin forma, sin nombre y preguntó quién era

-Soy aquel a quien has maldecido antes de cerrar los ojos

-¿Dios?
-Así me llaman, pero tengo muchos nombres
-Dime porque
-¿Qué quieres saber?
-¿Por qué la apartaste de mi si la amaba?
-¿Te amaba ella a ti?
-¿Acaso importa?

-¿Importa si tú la amabas?
-Si

-¿Era ella la persona que deseabas en tu vida?
-Con mi vida
-¿Por qué?
-¿Porque la amaba?

-¿Y ella te amaba?
-No lo se

-¿De verdad no lo sabes?
-Supongo que no, por eso se fue

-Es como debe ser

-¿Porque debía ser así?

-porque si no se hubiera ido, jamás habrías visto llegar a la mujer que destiné para ti, aquella que te amará y amaras por sobre todas las mujeres

-De verdad llegará esa mujer a mi vida

-Ya ha llegado, pero si continuas llorando por lo que has perdido, no veras lo que has encontrado

-Como sabré cual es la correcta

-Eso es lo que venía a decirte, antes que maldijeras mi nombre…

Y al despertar al otro día pidió perdón…